Harajuku y Omotesando, el diverso barrio de Tokio
Harajuku es otra buena opción para quedarse en Tokio, más caro en todos los aspectos que Shinjuku, pero un buen barrio donde quedarse. Es un barrio muy grande por lo que a veces se le denomina como Omotesando e incluso hay quien lo llama Yoyogi (hay una zona que linda con el barrio de Yoyogi).
Harajuku destaca por el gran Parque Yoyogi y por su gran variedad de tiendas. El barrio de Harajuku tiene tres partes diferenciadas. La primera es los comercios que se desarrollan a lo largo de la calle principal, Omotesando. También llamado los Campos Elíseos de Tokio.
Omotesando

Omotesando, Harajuku, durante la tarde – Foto de Juan M. Lorenzo
Estas tiendas destacan por ser marcas de los grandes diseñadores de la moda, Prada, Chanel, Armani, etc. Pero la curiosidad es que las tiendas no son sólo locales comerciales con la marca, muchas de ellas son edificios completos de la marca, como es el caso de Prada.
Como te habrás podido hacer una idea, pasear por Omotesando es pasear por un gran museo de arquitectura. Los edificios de la calle principal de Harajuku están diseñados por grandes nombres de la arquitectura. Si eres amante de este arte mayor, no dudamos en recomendarte en caminar a lo largo de esta calle para tu deleite. No olvides llegar hasta el final de la calle para no perderte el edificio de Prada diseñado por el Estudio de Arquitectura Suizo Herzog & De Meuron (El mismo estudio que hizo el Estadio Nacional de Pekín para los Juegos Olímpicos de 2008.
Takeshita Dori
La calle Takeshita, que discurre paralelamente a la Avenida Omotesando, es otro de los grandes atractivos de Harajuku. Las tribus urbanas de Tokio se pasean a lo largo de esta calle peatonal para inspirarse en sus tiendas. Es lo más exclusivo en moda para Cosplay. Si das un largo paseo por esta calle te encontrarás lo más variopinto de Tokio en la zona. No tiene desperdicio y es una visita obligada aunque no sea el tipo de ropa que comprarías.
El parque Yoyogi
Está situado junto a la estación de Harajuku. Mide 54 Hectáreas. Fue aquí donde el piloto Yoshitoshi Tokugawa hizo volar por primera vez en Japón un avión a motor en 1910. Luego fue un lugar de desfiles militares y después de la Segunda Guerra Mundial, durante los años de ocupación, los oficiales norteamericanos lo convirtieron en su residencia. Para los Juegos Olímpicos de 1964 se construyó el Estadio Nacional y la villa olímpica donde los atletas se hospedaron. En el estadio nacional se celebraron las competiciones de natación, salto de trampolín y baloncesto. Aún hoy en día se sigue utilizando. Entre el complejo olímpico y el Santuario Meiji se habilitó el espacio como parque y se inauguró en 1967 para el disfrute de todos los tokiotas. Hoy en día es el mayor parque de Tokio.
Santuario Meiji
Ir a este Santuario es una visita obligada a tu paso por Tokio. Para no cansarte, sobre el recinto sólo vamos a dar unos pequeños datos para convencerte a que vayas.
Apenas salgas de la estación de Harajuku, el parque lo tienes justo a tu espalda y la entrada al Santuario está dirigido por los Torii de cipreses de 1.500 años que te guiarán hasta él. Siguiendo por el camino principal verás en un momento del camino unas barricas de vino y al otro lado del camino, unas barricas de Sake. Para comprender qué hacen estas barricas en el parque, habría que conocer un poco la historia de Japón.
La apertura de Japón al mundo fue gracias al emperador Meiji y para celebrar esta apertura, el gobierno de Francia le regaló al emperador varias barricas con vino (las que se exhiben en el parque). Con motivo de dicha apertura, Japón exporta su Sake al mundo las barricas que verás son las primeras exportaciones de Japón.
Si has seguido el camino principal, te encontrarás con el Santuario Meiji. El edificio original fue destruido en el bombardeo a Tokio en la Segunda Guerra Mundial. Este edificio nuevo fue construido como el original en 1958 y sufragado por todos los japoneses. Se trata de un templo al más puro estilo tradicional nagare-zukuri como el original (para no cansarte con datos, te diremos que son templos con características especiales en los techos, en el color y en la forma en la que se disponen las edificaciones). Es frecuente ver bodas tradicionales japonesas celebrados en estos santuarios sintoístas cualquier día de la semana. Te recomendamos que no dejes de visitarlo.
Jardines de la Emperatriz Shoken
Es un jardín dentro del parque al que se debe pagar una entrada. Realmente vale la pena visitar estos jardines que son un verdadero remanso de paz. No te pierdas el naciente del pequeño río y los caminos de su alrededor. Un lugar perfecto para observar el tiempo y los paisajes. Puedes disfrutar en los bancos distribuidos por todo el jardín. Y si es en compañía, muchísimo mejor para compartir momentos muy placenteros.
Esperamos que te sea de utilidad en tu visita a Tokio. Por favor, déjanos tu comentario abajo sobre tu experiencia o si estas líneas te han sido de ayuda
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